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Distorsión
Mi cuerpo material anda agotado. Mi alma, el cuerpo de aire, percibible anda insaciable. Mis piernas me llevan a pasear, mis ojos me invitan a observar y absorber cada luz. Soy y dejo de ser yo. Abandonó cada partícula de mi “super yo”. Me involucró y veo mi presente como mi futuro y mi pasado. Somos todo al igual que el nada. Desistimos, amamos, existimos. Consiente y certero de que moriré y trascenderé. Me invito al silencio ruidoso, convivo con la soledad acompañada. Resisto, balanceo, muero, caigo. Me nacen bocas en la posición de los ojos. Comunicó la vista, me comparto, transmuto en el universo.
Ando paralelo en un segmento inmaterial. Sufro, me sufro, me reparo, me reparan. ¿Porqué está mal? Pero ¿porqué lo conviertes en un problema? ¿Control? Distorsión del Ego. ¿Ayuda profesional? No tiene sentido nada de lo que la vida material le da sentido. Dejamos de florecer para poder ser. Todo una pura distorsión.
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Mirarme
Cuando era chiquito y estaba en mi etapa de crecimiento, siempre que me observaba en el espejo y me miraba, sentía que la persona que tenía de frente no era yo. Que faltaba algo, que esa imagen no me pertenecía, no me reflejaba. Toda mi vida evitaba mirarme a todo lo que tuviera reflejo y si lo hacía solo me enfocaba en lo que la gente le parecía atractivo de mi. Ni siquiera podía mirar mis propios ojos y hablarme a través de ellos.
Ahora, la persona que soy, los cambios internos y externos que he hecho a lo largo y corto de mi vida me han ayudado a descubrirme. A partir del 20 de abril de 2022 pude mirarme al espejo y decirme “estas ahí, te amo y te valoro”. Puedo decir que todos los días me miro al espejo y me agrada lo que veo. Es como si siempre hubiese sido así pero nunca me pude ver hasta ahora. Siempre supe quien era. Siempre sabré quien soy.
El vivir tantos años con una imagen, un ser desconocido para mi. Aunque haya sido yo mismo, mi escencia, me desconocía. Por eso, todos los días para mi es como volver a nacer. Todo es nuevo e incierto y eso me emociona para seguir viviendo. Gracias Dante, por siempre mostrarme lo lindo de sentirse vivo y de amarse. Gracias.
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«Que el camino me lleve a donde quiera»
Ya han transcurrido 4 días desde el 31 de diciembre de 2022. Que dolor más reconfortante en mi pecho. Que mucho desaprendí en los últimos 4 meses. Ha sido una locura volver a encontrarme y no saber nada de mí. Descubrí por milésima vez que soy un ser humano en busca del propósito, si es que lo hay. En busca de la vida, en busca de preguntas que me llevan a cero respuestas. Lo cual me hacen hacerme más y más preguntas. Por ejemplo, estos 4 días me he dedicado a ver películas, series, no comer, dormir mucho, estar en mi taller, sintiendo la energía que me causa mi espacio, prendiendo incienso, pasando por el taller/cuarto el seigh para limpiar y limpiarme, fumar pasto sin parar y de alguna manera meditar y a todo eso lo analizaba, TODO.
Me di cuenta que sufríamos, la pasábamos mal por cosas que no tiene sentido. Cuando nacemos dentro de esa barriga, nos están moldeando como los otros seres quieren que seamos. Ya sea por amor, por interés, por cuidados, por lo que sea. Nos interceptan el chip antes de ver la primera cara. Nos enseñan a amar, a odiar, a tener empatía, a sentir rencor, a tener orgullo, a saber cómo sentir celos, que la felicidad esta en lo material, está en otras personas. Que la vida gira alrededor de quien serás en el mundo. Qué harás para que te reconozcan, te adiestran a su molde, te cierran los ojos de la vida, te ciegan con sus adicciones legales, te matan, te dividen, te destruyen.
Pero cuando te encuentras, más allá del supuesto propósito, comienzas a vivir. Te das cuenta que crear nos hace sentir un éxtasi rotundo, digo, el arte de crear, por crear y no el arte por cumplir. Por qué debemos amargarnos la vida siguiendo una reglas que te estipularon, pero tu sistema cree que esas reglas las estipulaste tú. Qué va a pasar si las rompes. Son solo palabras, que se las lleva la luz. Por qué causarte tanto sufrimiento, cuál es la necesidad de no ser claros. Aunque eso conlleve que seres importante en tu vida sigan estancados en pensamiento destructivos.
Las personas pueden llegar a ser tan pendejas cuando se trata de lo que desean. Luego ese deseo cambia 5 años después y se sienten culpables. Pero por qué culpables. No se han dado cuenta que somos seres cambiantes, evolucionamos según el paso que damos y en que camino nos dirigimos. Esa eso es lo cabron de la vida, siempre imaginamos una vida de aquí a 5 años y cuando pasan, no es nada comparado. O es mejor o peor. Pero que maravilla esa aventura, que el camino nos lleve por donde quiera. Porque masacrar nuestra mente, nuestra alma, nuestras vidas por seguir un patrón que no nos pertenece. Vivamos esa vida que se amolda, que se adhiera a nuestro camino sin fin.
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Yo no quiero sobrevivir, quiero vivir.
En un de los espacios más sagrados. En víspera de navidad me encontré con una gran amiga, muy pocas de hecho, quedan como ella. Hablábamos de la vida, pero no la vida general. Si no la vida trans. Nos escuchamos, nos comprendimos y nos solidarizamos. Conectamos verbalmente y asociamos la situaciones de cada persona. En un momento de desespero por no encontrar salida a una conversación que se tornaba suicida en nuestras vidas. Conecte con estas palabras “Yo no quiero sobrevivir, quiero vivir” lo decía constantemente en mi cabeza. Pero ese día lo dije en voz alta. Tenía que escucharlo, teníamos que escucharlo.
Nuestras vidas se rigen por el tiempo. Somos los seres vivos afectados por el tiempo. Pero que es el tiempo si no lo usamos para vivir, gozarla, amarla. Ser el reflejo de nuestros corazones. Dejar de sobrevivir por las cosas materiales que nos roban la vida, nos roban paz, nos roban energía.
Que mucho dicen, vela por tu futuro, recuerda esto cuando estés grande, como te ves en 5 años. Saca un carro nuevo, embrollase, Termina la universidad. Hazlo por nosotros. Cabrones, nuestras vidas son tan sagradas como para dejarnos convencer de que hacer y no hacer. Lo que me resta decir es que “Donde me lleve el camino. Ahí estaré.”
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Esas palabras…
Cómo podemos reconocer que estamos disfrutando y viviendo de algo cuando nos invaden pensamientos constante preocupándonos por cosas que no aportan a nada. Bueno si aportan, pero no del lado que uno desea.
¿Quieres coquito? siempre busca ese consentimiento. Ese conflicto intangible que estamos permaneciendo es desechable cabrones. Que absurda la idea de vender una imagen que no eres. Que rica la dicha de la dicha. Que placer cabrones en hacer la que quieres porque te da la bendita gana. Pero que ganas más cabronas. Enchularte de lo literal y de lo objetivo. Siente todo como la primera vez que comenzaste a vivir. Si, vivir. Porque todos nacemos a cada rato. Renacemos constantemente. Tanta infinitamente.
Somos tanta gente a la vez en un solo recipiente, que dicha. Y saber que entre más se, entre más avanzo, aprendo y evoluciono, menos se. Tengo más preguntas y entro en este limbo, en este espacio sin gravedad, donde no se siente el aire. Se siente fuera de su carcasa. Simplemente otra cosa. Que viaje más cabron, que ricura más Imperati, que divinidad tan descontrolada. Como debe ser.
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Mate a la mujer que ustedes querían
Dante Nicolás Despedace trozo a trozo a la mujer que la sociedad impuso en mi. La despedacé día tras día. Año tras año. Segundo tras segundo. Me liberé de una carga que nunca fuí. Me quite con sangre la piel que nunca me perteneció y que a nadie le perteneció. Re-surgí, re-nací, re-inicié. Soy un hombre, de cuatro manos, de cuatro piernas. Tengo nuevos ojos regenerados por mi conciencia. Con esos ojos me busco en mi reflejo y me encuentro. Me sorprendo, me amo, me enseñó. Gracias vida mía, por llevarme a los senderos de lo desconocido… que ya eran conocidos. Gracias por re-encontrarme nuevamente.
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¿Cobarde?
Un llamado ¿Cómo voy a ser cobarde? Si cuando las puestas del sol se levantan, me doy cuenta de las fuerzas que tomo para terminar con esto. Estoy tan cerca y es tan fácil poder realizar tal paso. He crecido, no solo físicamente, también de lo otro. Y conmigo a crecido esas ganas. ¿Se le puede decir ganas? Aún no se. Solo tengo bien en la mente que es algo que anhelo y no anhelo. Estoy consciente de la vida. De lo que me rodea, de como la política nos afecta a la sociedad, me afecta, todo innecesariamente. Estoy presente ante la ignorancia. Hacia el egoísmo, hacia la presencia del yo.
Las razones para seguir con esto no viene de afuera. Viene principalmente de adentro. Mientras crece y se desarrolla con el tiempo, solo pocos intenta hacer el llamado al rescaté. Es más solo 2 seres divino de esta tierra tratan de prevenir lo “peor”. Pero no es lo peor, puede ser cualquier cosas. Algo insignificante, algo maravilloso, a lo mejor pueda existir de otra manera que no sea siendo de carne y hueso. Lo único que me detiene es ¿quiero seguir existiendo? ¿Quedará mi presencia o existencia por ahí? ¿Extrañare la vida cálida?
…
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Pensamientos de un Suicida Cobarde
Todos los días busco la manera de salir de la ruta. Cuando estoy caminando, pienso y ¿si me tiro a la carretera? Cuando estoy guiando, ¿chocó contra un poste? Mientras trabajo, ¿si dejo que la máquina corra y me golpee la cabeza? Mientras estoy en mi casa, ¿y si me meto un chorro de pastilla? Y ya está. Estos son pensamientos constantes, sea donde sea, esté con quien esté. Me haya pasado algo bueno o no. No importa, nada importa. Ni si quiera las metas de corto o largo plazo. Las metas son un mero juego para los humanos para mantenernos ocupados de lo que existe en realidad. De lo que realmente vale la pena. Pero ¿qué vale la pena? Pues absolutamente nada. Porque, repito, el nada sigue siendo algo.
Pero, casualmente, todos los días, alguien me recuerda lo valioso que soy. Me recuerda y me recalca mi vida, mi camino y mi existencia. Son personas que son más que carne y hueso. Son magia en tanto dolor, son flores que brillan y sonríen debajo de la tormenta. Gracias por su existencia y por salvarme una y otra vez sin darse cuenta. Gracias.
Una noche más. -
¿Vivir?
¿Porqué existimos? ¿Para qué o qué? A veces no le encuentro la lógica de sentir, de cambiar, dejar y ser. Una repetición una tras otra. Sin rumbo, hacia el rumbo. ¿Pérdida de tiempo? Pero qué tiempo, el tiempo inventado por la carne. No existe. Es nada. Hasta el Nada es algo. Nosotres le damos un toque a todo o al nada.
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Mi existencia
Llevo más de un mes o dos sintiéndome tan diferente. Pidiéndole a la muerte que me lleve a navegar mundos, conocer lugares y experiencia diferente. No quiero dejar este cuerpo en este plano por dolor, por sufrimiento, tristeza o depresión. Es una sensación diferente. Este mundo terrenal aún no me da la satisfacción plena de la vida, de la existencia. ¿Pero qué satisfacción? Estoy tratando de conectar y estar más presente en el mundo invisible a mis ojos. Un mundo que añoro. Un mundo que no se que me va a esperar, pero que no va hacer nada parecido a este mundo. Quiero morirme, y seguir existiendo. Quiero que mi conciencia y mi alma guarde sus recuerdos. Este corazón tan humano que tengo no me deja seguir. La vida material que tengo, mi trabajo material, mis logros materiales me interrumpen mi renacer. Siempre quiero estar drogado, con alguna sustancia en mi cuerpo que me haga volar. La marihuana, no me lleva a lo máximo que quiero. Y se que voy a buscar algo más fuerte. Se que lo que sea que me haga ver estas drogas. Me va a llevar a una depresión sin precedente. ¿Porqué? Porque posiblemente me de una visión que ame y adore. Y cuando se vaya ese efecto voy a detestar más la realidad, una realidad que me mantiene vivo y no me deja morir.
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La vida utópica 